Un proyecto para implementar una planta piloto que potabilice agua de un manantial de Sechura, utilizando energía solar, realiza un equipo de Ingeniería. El sistema podría replicarse en zonas rurales.
Por Tania Elías. 08 julio, 2015.
La falta de agua que muchas familias afrontan con la compra de bidones podría tener solución con los paneles para destilar agua en los que trabaja un equipo de la Facultad de Ingeniería. Este es el primer paso para potabilizar el líquido y lograr que sea útil en el consumo humano, objetivo y reto de la investigación.
El ingeniero Hugo Fiestas Chevez explicó, en las conferencias del Research and Innovation Seminars, que la innovación fuerte del proyecto es que intenta validar el uso del panel destilador, el cual tiene una eficiencia bastante alta para generar 20 litros por día. Esta agua, anotó, no se utilizaría en el consumo humano porque -si bien está libre de contaminantes- como aún no tiene las sales y minerales que el cuerpo necesita (lo que la convertiría en potable), serviría más bien para que las familias realicen actividades como aseo, lavado o cocina.
“En Piura, una familia promedio conformada por 5 personas puede usar 1 bidón cada 2 días. El proyecto ofrece la ventaja de tener 1 bidón diario. En una zona rural, un par de familias o la comunidad se puede juntar y se podrían instalar 15 o 20 paneles, lo que aseguraría el suministro, incluso incluyendo un sistema de distribución”, explicó.
El proyecto
La investigación se realiza en Sechura, a pedido de una empresa de transportes que tiene un manantial y quiere instalar una planta que potabilice el agua, con energía solar. En la zona se instalarán 15 paneles destiladores que son importados desde Australia.
En este sector ya se evaluó la irradiación solar y se determinó que la producción de agua cambia de acuerdo a este factor. “La ventaja en Sechura es que todos los días hay sol, y el sistema trabaja incluso en los días en que parece nublado”, dijo el ingeniero Fiestas Chevez.
En la actualidad, el equipo monitorea los parámetros, pero se estima una generación de 20 litros en promedio por día, por lo que considerando un costo aproximado de 1600 nuevos soles por panel el sistema es rentable. “Podríamos proyectar su uso en escuelas rurales, en donde es difícil y costosa la distribución de agua potable por red de tuberías”, anotó.
El equipo también espera producir un panel con material local, adecuándolo a las características de la región, lo que haría que los costos disminuyeran. Además, tiene pendiente un sistema dosificador de sal para convertir el agua destilada en potable. Los resultados finales del proyecto estarán listos en noviembre.
